
Por Petra Klassen Wigger
PhD, Directora de Nutrición, Salud y Bienestar en Nestlé Research
Un estimado de 2 mil millones de personas sufren de deficiencias de vitaminas y minerales esenciales, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Eso es más del 30% de la población mundial.
Es un fenómeno que conocemos como la "hambruna encubierta" y puede tener consecuencias devastadoras - incluyendo discapacidad mental, salud deficiente, baja productividad y - en casos severos - muerte.
"Encubierta", porque no hay necesidad de ningún síntoma físico visible. “Hambruna”, porque la gente no obtiene suficientes vitaminas y minerales esenciales en sus dietas, particularmente vitamina A, yodo, hierro y zinc.
La hambruna encubierta afecta desproporcionalmente a infantes, niños jóvenes y mujeres en edad fértil.
"Según estimaciones, la gente puede perder más del 10 por ciento de sus ganancias en la vida, y en muchos países pierden al menos 2-3 por ciento de su PIB, debido a desnutrición y déficits de micronutrientes."Patrick Detzel, Head of Impact and Evaluation, en Nestlé Research
En India, por ejemplo, casi el 50% de los niños entre 6-23 meses sufren de anemia por déficit de hierro. Es el factor de riesgo nutricional más importante en niños menores de 5 años.
Y al citar a mi compañero Patrick Detzel, Director de Impacto y Evaluación del Nestlé Research: "Según estimaciones, la gente puede perder más del 10 por ciento de sus ganancias en la vida, y en muchos países pierden al menos 2-3 por ciento de su PIB, debido a desnutrición y déficits de micronutrientes."
Pero ponerle fin a la hambruna encubierta está en nuestro alcance si los gobiernos, sociedades civiles y sectores privados trabajan en conjunto para implementar soluciones probadas y de bajo costo.
Soluciones rentables
En un mundo ideal, la gente podría obtener los nutrientes esenciales que necesitan de una dieta variada y balanceada. Pero esto no siempre es posible, particularmente para las poblaciones más pobres.

Fortificación de micronutrientes es una solución rentable para atacar la hambruna encubierta junto con esfuerzos para introducir una dieta más variada. En el corto plazo, algunos podrían necesitar suplementos alimenticios para tratar las deficiencias, y en el largo plazo una dieta diversa es lo mejor.
En el mediano plazo, la fortificación es rentable y no requiere ningún cambio radical.
La fortificación de alimentos básicos - como, por ejemplo, agregar hierro y ácido fólico al pan, o vitamina A al aceite de cocina o al azúcar - han sido medios exitosos para reducir la enfermedad derivadas de la deficiencia por micronutrientes.
La industria de alimentos y bebidas son participantes claves para ayudar a combatir este gran problema de salud, al sumar micronutrientes relevantes a la comida, especialmente a los alimentos que la gente ya disfruta.
Fortificando los caldos Maggi
Los gobiernos pueden obligar a fortificar alimentos o a que las fábricas alimentarias lo hagan voluntariamente. Compañías que fortifican los alimentos voluntariamente deben conocer los micronutrientes del entorno - para identificar las brechas nutricionales de la población.
Es también importante demostrar el impacto y beneficio planeado en la fortificación con los nutrientes en cuestión.

Las compañías deben maximizar la disponibilidad de los productos y apuntar al público adecuado, enfocados en que sea asequible y que contemplen productos ampliamente consumidos manteniendo su sabor una vez fortificados. Un buen ejemplo son los condimentos, como la soya y la salsa de pescado, caldos y aderezos.
Nestlé ya ha tenido éxito fortificando los caldos Maggi en los estados de África del Este. De esta forma ha ayudado a reducir la anemia por déficit de hierro en un estimado 3% en Costa de Marfil, y redujo pérdidas económicas asociadas a esta deficiencia por 25 millones de USD.
Estas acciones también contribuyen a uno de los objetivos nutricionales globales de la OMS de eliminar la anemia en mujeres en edad fértil al 50%.
Apoyando a poblaciones pobres
En la Filipinas, India y Pakistán, estudios del uso de la comida como forma de combatir la deficiencia de hierro en infantes y niños jóvenes concluyó que la intervención más rentable era enfocase en el 20% más pobre de la población.
Estas personas son también muy difíciles de alcanzar, y para hacerlo muchas compañías colaboran con los gobiernos y organizaciones humanitarias en programas sociales.

Pero cuando los programas son exitosos, los resultados hablan por sí solos. En China, por ejemplo, 20 compañías trabajaron con los gobiernos para promover el consumo de salsa de soya fortificada con hierro. Esto llevó a la reducción del 30% en cifras de anemia, en promedio, entre los 50 millones de residentes al que fue dirigido durante un periodo de tres años.
Eliminar la malnutrición es prioridad número uno en la agenda de desarrollo global, es el segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Es esencial conocer muchos otros, incluyendo Educación de Calidad, Bienestar y Buena Salud, y Reducir Desigualdades.
Los negocios tienen un importante rol a cumplir para eliminar la malnutrición, así como conocer el Índice de Access to Nutrition (que mide la contribución de las compañías a la buena nutrición frente a las normas y estándares internacionales)
Trabajando con gobiernos y sociedades civiles, podemos ayudar a entregar alimentos sabrosos, nutricionales y asequibles a la gente que lo necesita, para hacer la diferencia donde realmente importa.